En la conquista de Granada por los Reyes Católicos, destacó un noble gaditano llamado Rodrigo Ponce de León, conde de Arcos, marqués-duque de Cádiz y marqués de Zahara. Intervino en numerosas y victoriosas batallas contra los musulmanes granadinos y, durante toda la campaña, fue hombre de confianza del rey Fernando II. La prueba de que su contribución en esta guerra fue fundamental la encontramos en que la historiografía castellanoa más ramplona le llama "el segundo Cid Campeador" (1).

A pesar de su importancia histórica, la biografía de Rodrigo Ponce de León es bastante oscura. Se sabe que su padre era Juan Ponce de León, noble gaditano de quien heredó los títulos. No hay unanimidad entre los investigadores a la hora de establecer si era hijo legítimo o ilegítimo, aunque parece que sí hay en afirmar que Juan Ponce tuvo un total de 21 hijos. Tampoco se conoce con seguridad el nombre de su madre. Siempre se había dicho que era hijo ilegítimo, fruto de una relación con una desconocida, probablemente plebeya, aunque algunos investigadores aseguran que era hijo de la segunda esposa de Juan Ponce, Leonor Núñez de Prado, que parece que era del linaje del condes de Castilla y, aún, hay quienes dicen que esta Leonor era una barragana. La primera esposa de Juan Ponce fue Leonor de Guzmán, de quien enviudó. Si las dos Leonor fueron esposas legítimas, habría tenido buena parte de los bastardos con una Catalina González. Pero nada de eso, por lo que he podido averiguar, no ha sido, ni comprobado ni contrastado.

No se sabe el lugar donde nació Rodrigo, aunque los historiadores suponen que fue en algún lugar de la actual provincia de Cádiz. Se sabe que murió en Sevilla, pero no exactamente la fecha, el 28 de agosto o el 27 de septiembre de 1492. Se casó con una hija del marqués de Villena, Enrique de Aragón, último descendiente masculino conocido la casa de Barcelona (2) (3).

Tomó parte en la guerra civil castellana generada por la lucha de sucesión al trono castellano entre Juana la Beltraneja y su tía Isabel, esposa de Fernando II, del bando de Juana que fue derrotada. Sin embargo, Rodrigo no sólo fue perdonado, sino que pasó a formar parte de los hombres de confianza de Fernando II, como hemos visto (4).

Como premio a su participación en la conquista le fueron dadas varias poblaciones del antiguo reino de Granada: Vilaluenga del Rosario, Ubrique, Benaocaz, Archite y Grazalema. Archite ya no existe, fue destruida por un terremoto, pero todas las demás tienen los cuatro palos en su escudo:

 

        

Escudo de Ubrique  - Escudo de Vilaluenga del Rosario -  Escudo de Grazalema - Escudo de Benaocaz

Como vemos en todos ellos aparece el león rampante rojo sobre fondo blanco, del reino de León (o de Aragón según investigaciones de Enric Guillot), y los cuatro palos rojos con fondo dorado, señal de los condes de Barcelona y soberanos catalanes. Estas eran las armas de Rodrigo, que puso a las poblaciones que le fueron concedidas.

Algunos historiadores llaman a nuestro hombre Rodrigo Ponce de León y Cabrera. Algún genealogista afirma que se trataría de una rama de los Cabrera que contaría, entre sus antepasados, con una descendiente del rey Ramiro III de León casada con Ponce II Guerau de Cabrera (fallecido en 1161), mayordomo del rey Alfonso VII de Castilla y tenente de Zamora, por lo que se le llamaba en los documentos contemporáneos príncipe de Zamora. La Enciclopedia Catalana nos informa que su esposa se llamaba Sancha y califica esta filiación de "probable", aunque confirma que de él nacieron los apellidos de los Ponce de Cabrera y de los Ponce de León. Al mismo tiempo, una bisabuela de nuestro protagonista sería Isabel de Aragón, hija de Jaime de Aragón, señor de Jérica, nieto a su vez de Jaime I. Todo ello explicaría el uso de armas reales en su escudo. De todos modos, son datos que habría que contrastar (5).

Así vemos en estos grabados de principios del siglo XVII, primero uno que describe las armas de nuestro hombre, donde se ve en el escudo de armas al completo (7) a la izquierda y las armas del duque de Cádiz a la derecha:

 

 

 

Cabe destacar que en aquellos tiempos estaba prohibidíssimo ostentar armas reales si no se tenía derecho a ellas. Y Rodrigo Ponce de León estuvo muchos años junto a los Reyes Católicos durante la conquista de Granada y los monarcas toleraron este hecho sin ningún problema.

Y no sólo eso, en el grabado que os presentamos a continuación, hecho en los mismos años que los anteriores, aparece nuestro hombre con sus armas y ostentando, claramente, un bastón real. Sólo los nobles con sangre real podían ser retratados así. De ninguna manera se habría tolerado que un noble, por muy alta nobleza que tuviera, apareciera retratado con un símbolo real a no ser que tuviera sangre real.

No se entiende cómo es posible que un personaje de esta importancia sea tan difícil de ubicar por los historiadores, de no ser que la señal de los soberanos de Cataluña en sus armas hubiera dado algún motivo para hacer desaparecer información y hacer desaparecer así la importante y decisiva aportación catalana en la conquista del reino de Granada ya descrita en su momento por Ferran Soldevila. Participación que también ha quedado reflejada en la toponimia, como es el caso de Castell de Ferro, a veces escrito Castil de Ferro, población costera de la actual provincia de Granada.

Finalmente, quisiera mencionar que uno de los grandes conquistadores de América, donde fue acompañando a Colón en el segundo viaje o con Nicolás de Ovando -no se sabe con certeza-, conquistador y primer gobernador de Puerto Rico y descubridor de Florida, Juan Ponce de León, era sobrino de nuestro Rodrigo (6), y recordaremos, de paso, que el gobernador era un cargo catalán, reservado a nobles cercanos a la familia real, inexistente en Castilla.